Obras maestras conocidas

Acto 1. Obras maestras conocidas

¿Qué convierte a un artista en imperecedero, qué lo arroja hacia la posteridad? ¿Dónde nace esa pulsión que nos lleva a mirar ciertas obras inagotablemente, como si fuese la primera vez que las contemplamos, como si estuviesen hablándonos solo a nosotros, como si hubieran resuelto dilemas apabullantes? ¿Es la historia, con sus pomposas palabras, quien nos predispone para la fascinación respecto al arte? ¿O por el contrario son las casualidades, con sus guiños simbólicos y sus agradables paradojas, las que fabrican seducciones estéticas a nuestra medida?

Esta exposición se apoya en las anteriores preguntas para cuestionarse el estatuto de «clásicos contemporáneos» de algunos artistas que integran la Colección Suñol Soler. Sin embargo, esta muestra pretende, sobre todo, «conocerlos» en el sentido menos reverencial del término, es decir, intenta extraer a autores y obras de su condición mítica, devolverles no solo la cercanía, sino también la capacidad de seguir rebatiéndonos.

El filósofo Giorgio Agamben ha llamado «profanación» a este tipo de procesos, queriendo decir con ello que cualquier aprendizaje debe eliminar la idolatría, debe traer al más acá de los usos públicos eso que antes se situaba en una elevada e inaccesible posición de verdad.

La historia del arte crea púlpitos y construye significados muchas veces a nuestras expensas, como reflejo de unas lógicas que no siempre coinciden con las de quienes se acercan al trabajo de los artistas. Obras maestras conocidas busca relativizar estos mecanismos de sacralización discursiva, uniendo autores tradicionalmente separados entre sí, desbaratando categorías, ensayando puntos de fuga y nuevos relatos.