Después de formarse en la Escuela Massana de Barcelona, Joan Rabascall fue becado para estudiar en la École nationale supérieure des Beaux-arts de París, ciudad donde vive y trabaja desde 1962. Allí conocerá a Antoni Miralda y al resto del llamado grupo de los catalanes de París, participando en las acciones ceremoniales de éstos. A su vez, entrará en contacto con los críticos Pierre Restany y Lawrence Alloway, ligados a los Noveaux Réalistes y al pop art británico, respectivamente. En este sentido, su obra se enmarca en el estallido del espíritu crítico de los años sesenta en Europa, contra la sociedad de consumo y los efectos de los nuevos medios de comunicación de masas. Rabascall empezará practicando el collage y, después, el fotomontaje y la emulsión fotográfica sobre lienzo para crear sus piezas críticas, llenas de ironía. A través de la selección y la asociación de imágenes y textos provenientes de los propios mass-media, consigue desviar y subvertir los mensajes que están presentes, denunciando tanto los estereotipos que crean (respecto a la mujer, por ejemplo) como su papel al manipular y desinformar a la población. Destaca la serie que, desde la distancia, realizó sobre los últimos años de la dictadura franquista: Spain is different, donde pone de manifiesto el contraste entre la voluntad de promoción turística y la realidad decadente del país. A partir de los ochenta se inicia en la escultura y la instalación con los Monumentos en televisión, un elemento que, de hecho, está presente a lo largo de su obra.
La Fundació Suñol le dedicó una exposición individual, Camins encontrats. Joan Rabascall. Obras: 1975 y 2012, a cargo de Enric Franch, que profundizaba en su trayectoria a partir de la contraposición de dos piezas.