Nacida en Sabadell en 1950, Fina Miralles estudió Bellas Artes en la Universidad de Barcelona, donde empezaría a desarrollar su trabajo artístico. Sus primeros trabajos están altamente vinculados al arte conceptual y concretamente a la segunda generación de artistas conceptuales catalanes, donde encontramos, por ejemplo, a Josep Domènec o Ferran Garcia Sevilla. Destacan sobretodo por la intención de vincular arte y vida a través de la abolición del concepto de taller como espacio de trabajo artístico, trabajando así con más libertad en otros entornos. Durante esta época también empezó a trabajar dirigiendo la programación de la Sala Vinçon en 1974 y posteriormente en la gestión de la Sala Tres de Sabadell y su ámbito de investigación. Más tarde participó en la gestión del Espai 13 de la Fundació Joan Miró.

A través de las obras conceptuales de Miralles podemos encontrar dos vertientes muy marcadas. Por una parte, tenemos aquella que presenta gran vinculación con la naturaleza, trabajando en el propio espacio natural y sirviéndose de los materiales de la naturaleza sin ninguna transformación estética. En cambio, su otra vertiente se centra en obras de una carga política muy marcada, comprometidas socialmente con el feminismo y la denuncia del totalitarismo, la violencia y el patriarcado. Muchas de esta segunda vertiente, a partir de 1975, se trabajan mediante fotografía.

Pero es a partir de 1979 que regresa a la pintura como medio expresivo, siempre con una gran carga matérica más que figurativa. Algo que se alargará hasta 1983, cuando a través de retratos y paisajes volvió a la figuración tomando la pintura como una cuestión vivencial. Ese mismo año abandonó el mundo del arte profesional.

Su recorrido expositivo es principalmente de ámbito catalán, en espacios como el MACBA, la Fundació Joan Miró o el Museu d’Art de Sabadell. Aunque también expuso en ciudades de renombre como Nueva York, París, Madrid o Bucarest. La mayoría de su obra fue donada en 1999 al Museu d’Art de Sabadell, aunque instituciones como el MACBA también la conservan.