Después de recibir formación académica en pintura y grabado, José Luis Alexanco trabajó, entre 1968 y 1972, en el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid. Allí aprendió a programar y creó su propio software: MOUVNT. Su nombre no es casual, ya que ilustra una de las principales preocupaciones del artista a lo largo de su trayectoria: las posibilidades plásticas de la figura humana en movimiento y la idea de transformación y evolución de las formas. De esta manera, lo que inicialmente eran dibujos, serigrafías y pinturas (como *Postura para un hombre que cae*, de 1967) se convierten en esculturas en metacrilato y plexiglás a partir de las formas generadas por el ordenador, e incluso en una acción “plástico-sonora”, en colaboración con el músico Luis de Pablo, titulada *Soledad Interrumpida*, de 1971. Al año siguiente, ambos organizan los primeros y únicos Encuentros de Pamplona, un punto de encuentro de las nuevas generaciones de vanguardia. Durante el resto de los años setenta y en la década de los ochenta, Alexanco vuelve a la pintura, continuando su exploración de las formas a partir del signo, lo cual lo llevará hacia la escritura y el alfabeto: la Fundación Suñol cuenta con la obra representativa *Dieciocho años*, de 1978, en relación con la edición que el artista hizo de la Constitución.

Además, durante esos años, Alexanco establecerá una estrecha relación con el galerista Fernando Vijande, a través de varias exposiciones. En este sentido, el artista tuvo un papel destacado en la confección de la exposición que la Fundación Suñol dedicó a Vijande en 2017: *Fernando Vijande. Retrato: 1971-1987*.