Nacido en 1963 en Calella, Jordi Alcaraz es un artista catalán que se ha destacado por explorar las fronteras entre pintura, escultura e instalación, creando obras que desafían las convenciones tradicionales del arte. Su formación autodidacta lo llevó a desarrollar un lenguaje único basado en la transformación de materiales como el vidrio, el agua y los espejos, generando una poética de la transparencia y la distorsión.

A partir de los años 90, Alcaraz empezó a experimentar con la idea de la “inmaterialidad” en sus piezas, abordando temas como el paso del tiempo y la memoria, a menudo recurriendo a técnicas mixtas y efectos ópticos que juegan con la percepción del espectador. Sus obras presentan superficies que parecen estar en constante cambio, abriendo un diálogo sobre los límites de la materia y la permanencia.

La obra de Alcaraz ha sido expuesta en instituciones y galerías de renombre internacional, como el Centre d’Art Santa Mònica en Barcelona, el Palazzo Fortuny en Venecia y el Museu d’Art Contemporani d’Eivissa. Sus piezas se encuentran en importantes colecciones públicas y privadas en Europa y Estados Unidos, donde son valoradas por su carácter experimental y evocador.

Jordi Alcaraz ha recibido diversos reconocimientos por su innovadora aportación al arte contemporáneo, destacando por su habilidad para captar la esencia de lo efímero y su cuestionamiento de las fronteras físicas y conceptuales en el arte.