Carme Torrent y Aimar Pérez-Galí Extender los límites de un pabellón
03.07.2014, 18:00
Bruce Nauman dijo en una ocasión que, más que estar interesado en añadir algo a una colección de cosas que son arte, lo que le interesaba era investigar las posibilidades de lo que el arte podía ser. Pues bien, recordando en cierto modo esta gran premisa, lo que Carme Torrent y Aimar Pérez Galí pretenden hacer con Extender los límites de un pabellón es justamente no añadir nada a lo que ya existe y aprovechar lo que se han encontrado para hacer de la relación que el espacio y el movimiento mantienen entre sí la razón de una acción que, leída en términos de hospitalidad, podría interpretarse como el modo que tenemos de mostrarnos al exterior. O el modo de acoger a los demás. Es decir, sin paredes ni obstáculos, dispuestos a aprender, intercambiando, haciendo.
En un ejercicio sin principio ni final, ejecutado para hacer del proceso de deconstrucción de un espacio –en este caso, de un objeto de arte– el sujeto desde el cual transpire el calado de la entidad que Carme y Aimar le otorgan al cuerpo y al entorno espacial –y al tiempo que se requiere para aprehenderlo–, su intervención consiste en suprimir al máximo las fronteras que delimitan este espacio/objeto del exterior, los límites que hay entre éste y el entorno. No se trata, pues, de añadir un objeto nuevo sino de cambiar el orden de las cosas que existen para permitir que, en esta suerte de metamorfosis activa, el espacio se abra, se muestre como es e invite a la audiencia a recorrerlo, no ya desde el centro sino desde el espacio que lo rodea, por el que se expande y que lo hace ilimitado.
Procedentes del ámbito de la danza y de la concepción del movimiento como aquello que al desplegarse actualiza el espacio hasta dejar huella, se podría decir que lo que Carme y Aimar pretenden llevar a cabo no es sólo abrir el espacio para mostrar sus entrañas sino dejarlo inacabado con el fin de abrirlo a la imaginación, a la posibilidad de terminarlo como queramos y a una suerte de acción en la que todos podamos participar debido a la ausencia de complejidad, la claridad de la acción, la simplicidad del gesto, la transparencia de su intención.
Aimar Pérez Galí (Barcelona, 1982) trabaja en el campo de la danza y las artes escénicas como bailarín, performer, creador, pedagogo, investigador y escritor. Formado en la Escuela Superior de Arte de Ámsterdam, ha trabajado en Holanda durante unos años y ahora desarrolla su carrera profesional en España, donde se ha graduado del Master del Programa de Estudios Independientes del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA). Su trabajo transita por la investigación sobre las relaciones entre danza, movimiento, pedagogía y el desarrollo de nuevas aproximaciones procedimentales hacia la práctica escénica. Entre sus últimos trabajos escénicos está Delta, A Post-Believe Manifesto, la conferencia performática Sudando el discurso, y The Ping-Pong Dialogues. Ha colaborado y colabora con creadores como Xavier Le Roy, Nicole Beutler, Nora Heilmann, Andrea Boziç, David Zambrano, Abraham Hurtado / AADK y Silvia Sant Funk entre otros. Ha sido jurado del Premio de Artes Visuales Miquel Casablancas 2013 y es co-fundador y director artístico de Espacio Practico, un espacio auto-instituido en el centro de Barcelona desde 2010. Actualmente forma parte del colectivo de artistas ANTES.
Carme Torrent. Estudia arquitectura en la Universidad de Barcelona mientras trabaja en diversos estudios, entre ellos el del arquitecto Enric Miralles. Paralelamente, desarrolla su trabajo en el ámbito de la danza: mostrando sus trabajos, desarrollando proyectos con otros artistas, siendo performer para otros coreógrafos, entre ellos, con mayor intensidad, Min Tanaka, Carmelo Salazar y Xavier Le Roy. Actualmente, parte importante de su trabajo se inscribe en la exploración del potencial de los lugares y del contexto como dispositivos coreográficos. Generando situaciones que ponen bajo sospecha la distinción entre obra y contexto. Forma parte del colectivo de artistas ANTES.
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