Pionero del arte electrónico español en los años ‘60 y ‘70. Inició su producción artística con obras de figuración constructivista y más tarde abstracción geométrica. Aún en esta época firmaba con el nombre de García Núñez, pero pasará a llamarse más tarde Lugan. Trabajó como técnico electrónico en la empresa Telefónica, hecho que le sirvió de gran ayuda para emplear estos conocimientos a sus creaciones artísticas. A partir de 1967, desarrolló sus primeras obras audiovisuales y táctiles. Cabe destacar su participación en colectivos artísticos como ‘Castilla 63’ y ‘Nueva Generación’.

Lugan se caracteriza por sus piezas interactivas, con luz y sonido, unos verdaderos espectáculos cinético-musicales. Consigue con sus obras que el espectador implique diversos sentidos a la vez: oído y vista, vista y tacto, incluso en ocasiones el olfato. Esto supuso una gran novedad y revolución en el contexto del arte español de la segunda mitad del siglo XX. Lugan logra unificar y combinar a la perfección arte y tecnología, un trabajo de investigación plástico-electrónica mezclado con la integración de la luz en sus obras y su interés por los artefactos sinestésicos. En los años ’70 se centra en los campos electrostáticos y de alta frecuencia, investigando por ejemplo sobre la percepción táctil de temperaturas y corrientes de aire. Ya en los ’80 aplica a su trabajo las posibilidades del láser, por ejemplo, con su instalación de proyección con láser de comunicaciones telefónicas.

La Fundació Suñol guarda 4 de sus obras. Grifos sonoros (1973), el cual abriendo y cerrando la llave del propio grifo, varia el sonido que emite. Mano térmica de artista (1975), que destaca por desprender calor al contacto. Silla / bolas (1975) y Silla/ luz / sonido (1976), ambas pertenecientes a su serie llamada ‘Sillas’. Sus obras fueron expuestas en las exposiciones colectivas de la fundación como ‘Res no s’atura’ (2014, en colaboración con el Centro de Arte La Panera), ‘Continuum’ (2013-14) y ‘5è Aniversari. 27 obres, 18 autors’ (2011-2012).